RESISTENCIA
AL CAMBIO
Llevamos
años oyendo que nuestro Sistema Sanitario necesita una gran reforma, urgía
desde el Informe Abril llevar a cabo una reestructuración, un verdadero cambio
de rumbo… todos lo sabían, todos lo olvidaban. Las feroces críticas de un lado
de la bancada parlamentaria se transformaban en leve murmullo en cuanto tomaban
el poder, y durante legislaturas completas desaparecían las ideas, los
proyectos de transformación, los planes y las estrategias verdaderas… y de
nuevo volvían los tiempos lentos del adagio ministerial, vacio de competencias
y repleto de incompetentes. Las fuerzas invisibles y los intereses corporativos
(Big-Farma, Colegios Profesionales, Sindicatos…) parecían hipnotizar las
mentes, adormilados con sus cantos de sirenas y así día tras día, mes a mes han
pasado casi 23 años desde que la Comisión presidida por Fernando Abril
Martorell advirtiera del agotamiento de nuestro sistema sanitario.
Podríamos
culpar al corporativismo, al Estado de las Autonomías o al fracaso estrepitoso
del Consejo Interterritorial, convertido en absurda torre de Babel. O podríamos
culpar a ese “lado oscuro” cuyo único interés son los dividendos. O quizás a
los profesionales incapaces de ver más allá de “su” plaza. Nada de esto sería
justo, TODOS somos culpables de la actual situación, unos por sus acciones y
otros por nuestras inacciones. La eficiencia que necesita nuestro sistema
empieza justo con la eficiencia de nuestro trabajo diario, cada uno con su
papel, del más grande al más pequeño, en nuestro gran escenario del gran genio
director al último extra, pasando por los secundarios, el electricista, las
maquilladoras o el protagonista principal. Todos formamos el Sistema, todos
somos responsables de su buen funcionamiento; incluso los pacientes que han
terminado aceptando que lo importante es que el médico les prescriba todo lo que
ellos “necesitan” para alcanzar la plenitud.
En los
últimos tiempos son muchas las voces que claman en el desierto, son muchos los
almuédanos que repiten varias veces al día su llamada… “allāhu
akbar, allāhu akbar”… “debemos cambiar, debemos cambiar”… ¿alguien les escucha?
No se trata de
bajar los presupuestos sanitarios a cualquier precio, ni mucho menos; se trata
de “reinvertir” que no es ni más ni menos que algo tan antiguo como aventar el
Sistema para separar el grano de la paja, para mejorar la eficiencia social del
Sistema Sanitario.
Deseo con
todas mis fuerzas que no tengamos que esperar
otros 23 años para poder ver un “hispa-NICE”, unas decisivas y bien elaboradas
evaluaciones coste-eficiencia, unos sueldos acordes al desempeño profesional,
una autentica Gestión Clínica, un refuerzo de la Atención Primaria, una
integración real de toda la Atención Sociosanitaria, unos Gestores
Profesionales comprometidos con el Sistema Sociosanitario Público, unas
desprescripciones prudentes, unas instituciones sanitarias robustas e
independientes, una autentica prevención, una verdadera coordinación de los
niveles asistenciales, etc, etc…
Debemos vencer
las resistencias al cambio, es responsabilidad de todos los
trabajadores del sistema sanitario público y de todos los ciudadanos el conseguir
transformarlo en un sistema eficiente y equitativo que cumpla con el pacto
social que lo creo. Y el tiempo corre…
Juan Rodriguez-Carretero Aranda
Juan Rodriguez-Carretero Aranda
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